En otra vida no pudiste ser otra cosa más que un pirata. Los compañeros, el buen vino, grandes botines, historias fantásticas de sirenas y una buena pelea de vez en cuando, era lo que alegraba tus días y noches. Muchos siglos después sigues siendo una amante de la aventura y la diversión.
En otra vida no pudiste ser otra cosa más que un pirata. Los compañeros, el buen vino, grandes botines, historias fantásticas de sirenas y una buena pelea de vez en cuando, era lo que alegraba tus días y noches. Muchos siglos después sigues siendo una amante de la aventura y la diversión.